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  • Foto del escritorGaiaConexión

Comunicación con Arañas, algunas de mis compañeras de casa.

En esta ocasión les comparto una comunicación que realice con unas compañeras de casa, las Arañas. Todos en alguna ocasión hemos encontrado Arañas de patas muy largas que viven dentro de nuestra casa. En México es común que se les conozca como “Arañas Patudas”. Estas se encuentran por lo general en las esquinas de nuestras paredes o posando en los techos de nuestra casa.


Decidí realizar esta comunicación, debido a que por mucho tiempo he observado cómo hay arañas dentro de las casas. Ellas viven en nuestras paredes y techos, se esconden en armarios o recovecos. Recapacite sobre la relación que tenemos con las Arañas. Ellas nos ven a diario, desde una pared o desde un techo, comparten nuestro espacio y claro también nuestra energía, se esconden ante nuestra presencia y por lo general terminan muertas de un golpe o por un insecticida que dice ser para “casa y jardín”. Así que pensé, que sería muy enriquecedor poder comunicarme con ellas. Tener su visión, acerca de su vida como arañas y por último saber cómo nos ven a nosotros los humanos. Les comparto los fragmentos que considero más enriquecedores de la comunicación que tuve con estas compañeras de casa.


Empiezo la comunicación con un grupo de “Arañas Patudas” que se encuentran en la parte alta de una pared, tocando el techo de un baño.


Lo primero que me muestran y lo que me quieren decir es como son ellas físicamente. Me dice que tienen 8 ojos, y la manera que ven es muy diferente a como nosotros lo hacemos. Ellas me muestran que ven una imagen pequeña y esta se repite muchas veces. Me dicen que tienen otros sentidos más fuertes que la vista. Son animales súper sensibles, para ellas es muy importante las vibraciones y las sienten por sus patas. Son tan sensibles que pueden sentir vibraciones de aleteos de insectos pequeños. Para ellas, las telarañas son una parte muy importante, es una forma de extensión de su mundo y una forma de conexión con el mundo, a través de las telarañas ellas pueden cazar, descansar, aparearse y comunicarse. Me enseñan que son muy observadoras, hacen tácticas, son pacientes, toman decisiones con base en lo aprendido y lo que han sentido anteriormente como, por ejemplo, cuál es el mejor lugar donde poner su telaraña.


Les preguntó acerca de su función ecológica. Ellas me muestran que son importantes para mantener el equilibrio de insectos, hay muchos tipos de insectos que habitan en una casa y ellas los cazan. Los humanos no se dan cuenta de cuántos tipos de insectos hay. Nosotras controlamos y mantenemos el equilibrio. Me dicen que también hay insectos nocturnos, así como diurnos y que estos salen cuando no nos percatamos.


Les preguntó sobre su función energética. Ellas se ríen de alguna manera, y me responde “TODOS” los animales tenemos una función energética muy importante, porque nosotros somos energía. En esta interacción que hay con el universo, la vida es como una chispa de esa energía. Hay tanta energía en el universo, que hay vida y la vida es energía. Una de las arañas me responde que su papel energético es “SER ELLA”, es vivir, es vibración, es simplemente ser lo que es ella, ser energía, ser expresión de vida.


Hablando con ellas sobre lo sensibles que son ante las vibraciones, les pedí que me mostraran cómo perciben la energía de los humanos. Ellas me comunicaron, que la energía de los humanos es muy densa y pesada. Sienten nuestra presencia porque es muy fuerte y tosca, no es una energía ligera.


Les pregunto que como ellas llevan ya tiempo viéndonos, ¿Cómo nos ven a nosotros los humanos? Me responden, los humanos son muy mentales, siempre están muy dentro de la cabeza. Siempre están formando pensamientos, solo hablan con ustedes mismos y ustedes crean su mundo. Pero el mundo que crean los humanos es muy diferente al mundo que hay afuera. Ustedes crean su propio mundo en sus pensamientos, pero no se dan cuenta que están atrapados en el mundo que ustedes hacen y no en el verdadero mundo que hay afuera. Son muy curiosos, tienen unos ojos muy grandes y no ven lo que hay afuera, no ven el exterior, no nos ven, ni siquiera saben cuántas somos, ni lo que hacemos. Ojalá, que como los humanos tienen hábitos de limpieza física, también tuvieran hábitos de limpieza mental.


Me muestra como si los humanos tuviéramos un casco muy grande que nos rodea toda la cabeza y cae debajo de la nariz y que dentro de este casco está lleno de telarañas viejas que tienen atrapadas ideas, y pensamientos, pero estas son inservibles. Las ideas caducas y viejos pensamientos se encuentran atoradas en estas deshilachadas y sucias telarañas. Terminan diciéndome, ojalá los humanos pudieran ver el mundo como es.


Les pregunto ¿cómo es el mundo? Me responden, el “Mundo es como es”, no te puedo decir como es el mundo, porque el mundo es lo que es. El Mundo es esta pared, es este metal, el mundo es el agua, es el viento. Es lo que es.


Les pregunto, si tienen algún consejo para los humanos. Me responden, los humanos necesitan estar más arraigados al planeta tierra y sentirse parte del mundo. Viven en él, pero piensan que son turistas, visitantes o pasajeros en este mundo. Los humanos no se sienten parte de este mundo y eso viene de que no se reconocen así mismos por lo que son.


Les pregunto que cómo arañas ¿Cuál es el aprendizaje de su vida? Me responden, nuestro plan de vida es experimentar, es sentir, es planear, es observar, es la paciencia, la reproducción, el simple hecho de vivir y estar presentes con todos sus sentidos y el estar ahí.


Les pregunto ¿Qué piensan de los insecticidas? Me dicen, los insecticidas nos queman por dentro. Es una pena que con productos químicos maten tanto servicio y proteína. Para ellas sería preferible ser comidas y aprovechadas. Es un desperdicio de energía, podrían capturarnos y dar nuestro cuerpo para comida. Nosotras nos alimentamos de la naturaleza, nosotras comemos a otros y por que los otros no podrían comernos. Los humanos no saben interactuar con el ambiente ni con nosotras. Los humanos llegan, destruyen nuestras casas, nos metemos en sus casas y nos destruyen.

Por último, para terminar esta comunicación les pregunto si tienen algo más que decirnos. Nos dicen que podemos utilizar otros productos que no sean tan dañinos, ni tan químicos para limpiar nuestras casas.


Nuestra comunicación acaba, les doy las gracias por su amorosa comunicación y por ser nuestras maestras y por último me dicen…


…AVECES NECESITAMOS PONERNOS EN DIFERENTES POSTURAS Y QUIZÁS UNA DE ESAS SEA DE ESTAR DE CABEZA, PARA VER EL MUNDO TAL Y COMO ES…


Con total gratitud a las "Arañas Patonas", nuestras compañeras de hogar.


Patricia de Lourdes

GaiaConexión

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